Histórico: el impuesto a la renta supera al IVA en recaudación por primera vez desde que existen registros
Según datos del SII, el gravamen a la renta pesó casi un 49% de lo recolectado por el Fisco, mientras que el impuesto al valor agregado redujo su participación a 44.1%.
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En Chile se suele decir que la mayoría de la recaudación de impuestos cae sobre los hombros de los consumidores, quienes a través del impuesto al valor agregado (IVA) financian parte importante de lo que recolecta el Fisco. Incluso, explicando más de la mitad de los gravámenes ingresados, superando tradicionalmente al impuesto a la renta, tanto personal como de empresas, que se ubica recurrentemente en el segundo lugar.
Sin embargo, aquella tendencia histórica se revirtió el año pasado, un ejercicio marcado por una fuerte contracción del consumo y una expansión de lo pagado al Fisco por las empresas gracias, entre otros factores, a las rentas del litio.
Datos actualizados del Servicio de Impuestos Internos (SII) respecto a los ingresos tributarios del 2022, dan cuenta de que por primera vez desde que existen registros el impuesto a la renta superó al IVA en su participación en lo recolectado por el gobierno.
Así, el impuesto a la renta explicó un 48,8% de los ingresos impositivos del Estado durante el año pasado, un aumento de 7,1 puntos porcentuales respecto al 2021. Así, alcanzó su nivel más alto desde que el SII tiene estadísticas comparables (1993).
Para hacerse una idea, en 1999 la renta pesaba un 22,6% de los ingresos públicos, su piso en la serie histórica. De todas maneras, a partir de 2009 los ingresos en moneda extranjera dejaron de contabilizarse por separado y empezaron a incorporarse en los respectivos impuestos pagados, lo que aumentó el peso de varios gravámenes.
Este resultado desplazó al IVA como la principal fuente de recaudación de impuestos, el cual explicó un 44,1% de lo integrado al Estado en 2022, una merma de 5,6 puntos porcentuales versus el 2021. Este es el segundo nivel más bajo de la serie estadística, comparable solo con el piso de 41,6% alcanzado el 2007.
Mucho más atrás en términos de peso se ubican las otras partidas tributarias: los tributos a productos específicos, como al alcohol, tabaco y combustibles, representaron el 4% de los gravámenes totales, dos puntos porcentuales menos que el 2021.
Los impuestos a los actos jurídicos se mantuvieron casi inalterados, incidiendo un 1,4% en la recolección total. Al igual que los tributos al comercio exterior, con un peso de 1% del total.
Luego se ubican "impuestos varios", como a herencias y donaciones, patentes mineras, juegos de azar, tributos verdes y a bienes raíces, aportando un 2,7% del total de recaudación, dos décimas menos que el ejercicio previo.
Las razones
Al observar las cifras del cierre fiscal del 2022 se pueden encontrar algunas explicaciones para este fenómeno.
Según datos de la Dirección de Presupuestos (Dipres), los ingresos tributarios netos del Estado aumentaron un 9,6% el año pasado respecto al previo, con una tributación de la minería privada que subió 23,7% y aportes del resto de los contribuyentes que avanzaron 8,6%. Yendo al detalle, el impuesto a la renta registró una variación de 28% en el período.
En el otro extremo, lo recaudado por IVA se contrajo un 3,6% el año pasado, de la mano de una fuerte desaceleración del consumo total por la normalización tras años excepcionalmente altos en 2020 y 2021 por los retiros anticipados de fondos de pensiones y las ayudas estatales para enfrentar la pandemia.
La economista del OCEC de la UDP, Carolina Molinare, explica que la recaudación de impuestos vía IVA se vio afectada, aunque en menor medida de lo esperado, en su participación en el PIB total (9,2%), que fue menor a la del impuesto a la renta (10,1%) para 2022.
Hacia adelante, anticipa que el mayor peso de la renta versus el IVA como proporción del PIB se mantendrá, ya que la reforma tributaria esperaba recaudar un 0,6% del Producto en régimen con ajustes en los impuestos personales y la desintegración del sistema, "mientras que no se esperan cambios en la recaudación del IVA. Por ende, la proporción de mayor recaudo de IVA respecto al PIB vs impuesto a la renta respecto al PIB debería mantenerse en el mediano plazo".
La economista de LyD, Macarena García, explica que en 2022 ocurrieron principalmente dos cosas que afectaron estos datos: el primero es que tanto el consumo durable como el no durable cayeron (-16% y -0,7%, respectivamente), producto del ajuste de la economía, lo que hizo disminuir la recaudación del IVA.
El segundo es que la recaudación del impuesto a la renta aumentó en forma "importante" por una parte de los ingresos fiscales del litio, que entró vía impuesto a la renta y específico a la minería.
"Estos dos efectos no son permanentes, pero podrían durar un tiempo ya que se espera que el consumo vuelva a caer este año para mantenerse casi sin crecimiento en los años que siguen (IPoM de marzo) mientras que los elevados ingresos del litio también debieran durar anos años más, quizás no tan elevados como el año pasado, pero sí en forma relevante", detalla.
De cara al debate tributario que continuará en los próximos meses, el socio de Bustos Tax & Legal, Claudio Bustos, cree que es una "buena oportunidad" para analizar modificaciones y definir ciertos mecanismos que permitan "disminuir la carga tributaria que soportan los consumidores finales a nivel de IVA, especialmente aquellos de menores ingresos".
"Hay que tener presente que el IVA es un impuesto regresivo, por lo que su efecto a nivel de carga impositiva se presenta con mayor intensidad en las personas de menores ingresos, puesto que destinan una proporción mayor de dichos ingresos al consumo. En tal sentido, podría analizarse la posibilidad de introducir un subsidio directo a las personas, consistente en devolverles todo o parte del IVA que soporten en la adquisición de insumos de primera necesidad, tales como alimentos de canasta básica, medicamentos y otros similares", considera.